Al cabo de unos meses, la empresa conquistó más mercados para dar a conocer y hacer probar sus productos de calidad a más gente, y visitó las tiendas de comestibles de Budapest con su amplia gama de productos.

Al principio, la fábrica suministraba sólo 16 tipos de productos de panadería, pero en pocos años este número había crecido hasta casi 100, para satisfacción de los clientes. Al cabo de unos años más, el hotel se quedó pequeño, por lo que los propietarios de la panadería buscaron un nuevo emplazamiento que les proporcionara el espacio necesario para hacer crecer el negocio.

Al final del último día laborable de 2004, Rubin-Bakery Ltd. adquirió con éxito la histórica panadería de Kelenvölgy, en funcionamiento desde 1939, pero que aún no era apta para el funcionamiento diario debido a su mal estado técnico.

Sin embargo, en otoño de 2005, tras una ingente cantidad de trabajo, la panadería se renovó por dentro y por fuera de forma digna y pudo comenzar la compra de la maquinaria y el equipo necesarios para hacer realidad los grandes planes. A principios de octubre, todo el equipo estaba ya en las instalaciones, pero aún no se había colocado nada, y el tiempo apremiaba.

El 16 de octubre, la planta tuvo que trasladarse en un solo día, con producción continua, para que a nuestros queridos clientes no les faltara de nada, ni siquiera por un día. El día más difícil del negocio se completó con éxito, con sólo pequeños problemas importantes, y comenzó el desarrollo intensivo de la panadería, que rápidamente logró encontrar panaderos con las cualidades adecuadas para complementar el equipo de profesionales, que establecieron estándares muy altos en la teoría y la práctica, que ha sido uno de los pilares del éxito del negocio a lo largo de los años.

En la actualidad, Rubin Bakery Ltd. ofrece a sus clientes 167 tipos de productos de panadería, muchos de los cuales no fabrica ninguna otra empresa del país.
En la confusión de la abundancia, se puede encontrar casi de todo, desde panes de trigo, centeno y semillas, elaborados exclusivamente con harina de centeno, hasta bollos, bollos y cruasanes, pasando por rosquillas variadas y delicias de hojaldre con una gama de rellenos cada vez más amplia, sin olvidar los productos de panadería especial únicos en el mercado húngaro, los productos de harina de espelta y de pepitas de uva.

En consonancia con las exigencias actuales, a partir del otoño de 2009, los productos de bollería fina de la panadería se elaboran con margarinas totalmente libres de ácidos grasos trans y los rellenos de fruta caseros contienen únicamente fruta fresca o congelada, sin conservantes ni colorantes, lo que pone aún más énfasis en la calidad, lo que supone una gran ventaja frente a las multinacionales que venden productos de calidad inferior, y no sólo porque los productos de la panadería no sólo son deliciosos, sino también saludables.

Junto a los ardientes hornos de la panadería, 22 profesionales trabajan día y noche en una producción casi continua de 24 horas para suministrar tres veces al día deliciosos productos recién horneados a los clientes de Budapest y la zona sur del condado de Pest.